
ella ingresó en la madre
tierra y
fue cubierta de abono,
hidratada.
Recibió los rayos del
gran astro,
fue cuidada cada día,
y el cariño creció,
cuando se convirtió en
plantula,
fue el más puro
acto de Amor.
Ahora la trasplanto,
la riego,
le sigo regando,
le abono,
cambio su tierra,
cada cierto tiempo,
y espero el día,
en que reposará,
en su lugar definitivo.
Ya dejó la maceta,
su hojas crecen ,
la sembré en mi corazón,
la aboné en mi vida,
la regué con mi alma,
la arrullo con poemas,
y la consiento con dulzura.
Ahora no estoy solo,
eres parte de mi vida,
te amo y jamas dejaré de regarte,
hermoso ser,
amada mujer.
Te quiero y te extraño,
¿Tal vez podrias sembrarme a tu lado?
Te quiero y te amo.
amorosamente en tí.
Wollmer Uzcátegui,
Septiembre 8,2019.
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